La detección precoz del cáncer de próstata es actualmente la herramienta más eficaz para evitar que esta enfermedad ponga en peligro la vida del paciente. Es por ello que los esfuerzos están enfocados en que los hombres mayores de 50 años (y los mayores de 40 con antecedentes familiares) realicen un control anual con un urólogo para encontrar cualquier indicio de este cáncer a tiempo de tratarlo exitosamente.
El equipo de Urología de Clínica Andes Salud Chillán, nos explica de qué se trata esta enfermedad y cómo se enfrenta en nuestros días.
El año 2020, la OMS publicó para Chile las estadísticas en GLOBOCAN 2020. Los cinco canceres más frecuentes fueron: próstata (8.157 casos), colorrectal (6.219 casos), mama (5.331 casos), gástrico (4.208 casos) y pulmón (3.969 casos).
El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres en Chile ya que es responsable del 28,3% de todos los cánceres en sexo masculino, si lo acotamos a tumores malignos.
El Dr. Rodrigo Riveri, Urólogo de Clínica Andes Salud Chillán señala que este cáncer «puede presentarse después de los 40 años. Sin embargo, es más frecuente sobre los 50 años. Bajo los 55 años la mayoría de los pacientes tiene factores genéticos y corresponden al 20% de los cánceres. El gran grupo se encuentra sobre los 60 años, con un 60% de los casos».
Por su parte el Dr. Sergio Gebauer, Urólogo de Clínica Andes Salud Chillán agrega que «debemos entender que este tipo de cáncer en general aumenta con la edad, por ejemplo se estima que un hombre a los 90 años tiene un 90% de posibilidad de tener un cáncer de próstata, pero no será su causa de muerte. Por eso nuestro grupo de atención está entre los 40 y 75 años, que representa el grupo donde podemos hacer una diferencia en calidad de vida y sobrevida».
Según explica el Dr. Sebastián Hernández, Urólogo de Clínica Andes Salud Chillán, como en todo cáncer la detección en etapas precoces del cáncer de próstata es primordial. Para esto es esencial realizar una anamnesis adecuada y un examen físico, donde el Tacto Rectal es esencial, y se complementa con el examen Antígeno Prostático Especifico (APE). El especialista agrega que: «Ante un examen de tacto rectal sospechoso y un valor de APE alterado, se realiza una biopsia de próstata transrectal para certificar el diagnóstico».
El tratamiento varía según la etapa en que se encuentre el cáncer, ya sea localizado (dentro de la próstata), localmente avanzado (extendido a las vesículas seminales o la grasa fuera de la próstata) o metastásico (que ha llegado a ganglios y huesos), detalla el Dr. Riveri, por lo que el tratamiento puede ser vigilancia, radioterapia, cirugía y hormonoterapia o una combinación de ellos.
El Dr. Gonzalo Irusta, Urólogo de Clínica Andes Salud Chillán aclara que: “El cáncer prostático en sus etapas iniciales no afecta la sexualidad masculina, por lo tanto, gozar de una buena vida sexual no significa que estemos sanos. Sin embargo, el tratamiento del cáncer de próstata sí puede afectar éste importante ámbito, y conforme más avanzado o más tardíamente se detecte, mayores son las probabilidades de que la sexualidad del hombre se vea afectada, tanto con tratamiento quirúrgico, como con radioterapia o tratamiento hormonal”.
Aunque no hay un consenso absoluto sobre si es posible prevenir este tipo de cáncer, existen estudios que indican que la dieta y el ejercicio influyen en reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad.
En ese sentido el Dr. Gonzalo Gil, Urólogo de Clínica Andes Salud Chillán destaca que: «Está en manos de cada paciente la mantención de una dieta saludable, que considere por ejemplo, el consumo de un nivel adecuado de antioxidantes como el licopeno, pigmento presente en los tomates; verduras crucíferas o de invierno, como el brócoli, coliflor, repollo, repollitos de Bruselas, acelga, rúcula, rabanitos; en conjunto con la realización de actividad física regular. Como dato interesante, un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, sobre un total de 51.529 hombres, demostró que los hombres que realizan 3 o más horas de actividad física vigorosa a la semana poseen un 61% menos de riesgo de morir de cáncer de próstata versus los que realizan menos de una hora de ejercicio a la semana».
Si bien la modificación de factores de riesgo y la dieta son importantes, la detección y tratamiento precoz, permiten obtener los mejores resultados en el tratamiento de un cáncer.
“Nuestro rol es informar a los pacientes respecto a la importancia de llevar una vida saludable, además de realizar un significativo esfuerzo dirigido hacia la pesquisa precoz de la enfermedad en sus etapas iniciales”, indica el Dr. Gil.
“Mientras más avanzada se encuentre la enfermedad, mayores son los daños que ésta produce y los riesgos de los efectos secundarios de los tratamientos médicos, por eso nuestros esfuerzos y el objetivo final de la educación del equipo de Urología de Clínica Andes Salud Chillán, es concientizar de la importancia de realizarse chequeos preventivos anuales. Todo esto, para mejorar los resultados terapéuticos y salvar la vida de nuestros pacientes”, culmina el Dr. Gebauer.
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